martes, 2 de octubre de 2012

Te escucho

Tienes mis teléfonos, mi celular, dirección de mi casa, mis correos electrónicos, sabes los lugares que frecuento, sabes con quienes me relaciono y conoces mis formas. Si quieres hablar conmigo, si quieres decirme algo, si quieres que me entere de algo, dímelo a mí.

Tú ya no estás en primaria, ni yo en bachillerato.

Juegos

Yo no juego, no me gusta.
No tengo tiempo, no lo encuentro divertido.
No uso juegos de video, ni juegos de mesa, no practico ni veo deportes.
Prefiero hacer cosas útiles.
Prefiero descansar, dormir.
Simplemente encuentro mejor no usar energías en eso.

Yo no juego, no me gusta.
No me da la gana, no tengo porqué hacerlo.
Y si no juego por diversión ni por necesidad,
Mucho menos voy a jugar contigo.


lunes, 1 de octubre de 2012

Sobre mi mejor amigo

En estos días he tenido la oportunidad de observar detenidamente a mi mejor amigo hacer lo que hace mejor, ser él mismo. Siempre lo ha sido, pero no siempre lo he observado. Además, por un par de años fue él mismo pero para alguien más. No digo que esté mal, hizo lo que consideró mejor, lo que sintió que debió hacer. Fue muy feliz haciéndolo, estoy seguro que no se arrepiente. Todo lo que él buscaba era verla sonreír y muchas veces lo consiguió. Una sonrisa de ella hacía que todo valiera la pena. Una sonrisa que lo hacía olvidar. Una sonrisa que lo hacía creer. Una sonrisa que lo hacía sonreír y ser mejor.

Volviendo a mi amigo, he quedado favorablemente sorprendido con lo que he podido ver de él estos días. Es mucho más paciente de lo que creía, mucho más comprensivo de lo que pensé y mejor, mucho mejor, persona de lo que nunca imaginé. Sé que le cuesta mucho esa distancia. Sé que le cuesta mucho ese silencio. Sé que no podía más y por eso le pasó a ella las cadenas que los mantenían unidos. Ya él no tenía piel en las manos, sus carnes estaban muy heridas. Esas riendas que tantas veces se rehusó a soltar, se hundían y serruchaban sus falanges y metacarpos. La realidad es que él nunca las soltó, perdió las manos.

Me asombra como espera sin prisa y desde lejos. Me asombra como comprende y calla. Más me asombra que, aún sin manos, solo piense en lo bella que es y lo dulce que podía ser. Que sin tener qué hacerlo, ni como hacerlo, quiera cuidarla y que, después de él, ella sepa elegir. Ese tipo vale mucho. Me alegra que ahora haga las cosas que le gustan, o no haga nada si así lo prefiere. Su sonrisa era más brillante cuando ella lo hacía sonreír, pero igual sonríe porque entiende que es lo único que puede hacer. Me gusta que esté tranquilo, relajado, que no se tenga que preocupar por lo que ella hará o no, por como reaccionará o no. No me importa si su razón para estar feliz es, simplemente, que no está triste. Cualquier razón buena es una buena razón para estar contento.

¡Qué tipo, mi mecenas! él todavía cree en darlo todo y no esperar nada, en la sinceridad, las miradas dulces y el cariño, ese que refresca en verano pero abriga en las tormentas. Uno que cree en compromisos y en lo eterno de una caricia. De los pocos que conozco que quiere comprar la vaca completa y no por libra. Dice que le gustan bellas y no comparte. Dice que quiere un cuero con corazón y cerebro, que esto no lo negocia y que con esto no cede. Es muy rígido con algunas pocas cosas, todo lo demás lo negocia. Sus monedas preferidas: besos, abrazos y agarradas de mano. 

Qué ser tan peculiar y bondadoso. Tan bueno que podría pasar como pendejo. Tan peculiar que puede pasar por tonto. De verdad se preocupa por la gente, de verdad le aterra herir los sentimientos de las mujeres (si es que tienen). Le gusta resolver problemas, le gusta ayudar a los demás. No sé porqué disfruta que le deban favores que no piensa cobrar. Supongo que hay gente así, aunque no creo que mucha. Creo que por eso lo elegí como mi mejor amigo... o me eligió a mí... o nadie eligió a nadie (no es como que tenemos alguna opción). Qué curioso que ande por ahí sonriente y sin manos, sin saber como saludar pero saludando a todos igual. Tan grande y fuerte que aparenta, hay canciones que aún no puede oír, lugares a los que aún no quiere ir, personas que nunca va a olvidar.

Siempre dejando una impresión en todos, probablemente errada, pero una impresión. Se le hace difícil pasar desapercibido, nunca lo intenta. Tampoco es que quiera ser el centro de atención, simplemente esa es su forma. Unos pocos saben cómo es realmente, yo sé, pero no pienso decirles a los demás. Como todo lo bueno, si no lo aprecias, mejor que no lo tengas. Algunos creen que es poco humilde, puede que le falte humildad... Pero es que hace falta mucha humildad para cubrir todo eso!!

¡Qué gran tipo mi amigo!