Por primera vez, me he quedado sin palabras.
Seguro se detuvieron a mitad de camino.
Se me enredaron en las cuerdas vocales
o quizás se quedaron tendidas como ropa mojada al sol.
Es que se dieron cuenta de lo importantes que eran
y, para lucirse, se negaron a salir.
Escaparon como quien roba un tesoro y debe escapar.
No estoy seguro de lo que hicieron ni porqué.
De lo que estoy seguro es de que se escondieron,
me engañaron y me dejaron solo.
El caso es que sí, me quedé sin habla.