domingo, 24 de junio de 2012

a la deriva


No pudieron tus tormentas con este barquito de papel.
Ni tus rayos, ni tus vientos, ni tus ratos sabor miel.
Perdí el rumbo y el timón, el viento me está llevando.
No tengo idea de dónde voy pero creo que estoy llegando.

dejarte ir

...pero hubo un momento en que dejé de ser yo mismo.

Me estaba convirtiendo en otra persona, mi lado oscuro,
el que tanto trabajo me costó encarcelar y dominar.
Egoísta y temeroso, herido y resentido.
Con un pesar constante que el tiempo alivianaba y tú recargabas.

Fue ahí cuando vi que debía huir con lo que quedaba de mí,
con la parte que no te había entregado, que no habías pisoteado.
Tomar mis carnes y mis cenizas, las energías que me restaban
y plantarlo todo donde se cruzan las dos palmas.


Ahora la prioridad es que siempre quiere bien claro,
la que quiera el tesoro... primero va a tener que encontrarlo.