domingo, 23 de noviembre de 2008

La maldición de una bonita (una stripper con ropa)

Se cansó de sonreir sin ser feliz. Se cansó. Lo dejó todo y se llevó su tristeza. Se fue a un lugar donde nadie la conoce, nadie la ve y nadie la espera. Aquí, donde la esperan, nadie la extraña. Extrañan su sonrisa y su elegancia. Extrañan su silueta y su gracia. Pero no a ella. A ella nadie la extraña, nadie la conoce y nadie la entiende. Todos la miran y nadie la ve. Todos la desean y nadie la quiere. Todos la quieren, en la cama. Para sus novios, un trofeo. Para sus amigos, una herramienta. Para quienes no la conocen, una perra. No me extraña que esté siempre a la defensiva. Que vida tan sola, que maldición le es su belleza.

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