viernes, 10 de octubre de 2008

mientras conduzco

Conduzco sólo por las noches. Voy con los cristales abajo y la música alta, bien alta. Cambio de canción, porque de repente, no es lo que quiero escuchar. En momentos como este quiero fumarme un cigarrillo y disfrutarlo, ver como la música pone al humo a bailar. Entonces, recuerdo que no fumo. Yo, siempre, y mi oposición a los vicios. Luz verde, sigo conduciendo y, para bien o para mal, suena una canción que me hace pensar en tí:

"Crazy, how it, feels tonight.
Crazy, how you, make it all alright love.
You crush me, with the, things you do,
I do, for you, anything too oh."

No lo puedo resistir y empiezo a cantar como si te lo estuviese gritando.

"Lovely lady, I am at your feet, oh, God I want you so badly.
And I wonder this could tomorrow be so wondrous as you there sleeping."

¿Por qué te lo grito? ¿Es acaso un reproche? En parte, en serio pensé que para estas fechas ya seríamos algo más que amigos. Pero no importa, la canción no se detiene y llega la parte en la que te miro a los ojos y te digo:

"You know, I mean to tell you all the things Ive been thinking, deep inside my
Friend.
With each moment the more I love you. crush me, come on, baby."

Y siempre en esa parte me dan ganas de llamarte. Pero no lo hago, y cuando lo hago te digo: "Hola, como estás? que haces? que bien! A ver cuando nos podemos juntar por un helado o algo." Y siempre es helado, siempre. Nos hemos invitado tantas veces a comer helado, que ya debería ser diabético. Si puediese invitarte sinceramente te diría: "...Te llamo para invitarte a que vengas a mi apartamento. Tengo una película larguísima que quiero que pongamos, tu sabes, una buena excusa para estar abrazados y sólos en un sofá."

Luego, otra luz. Esta está roja. Me detengo. En contra de mi voluntad, me limpian el cristal con agua sucia y me dejan las manos marcadas en el la pintura blanca. Avanzo y suena otra canción, una igual de inoportuna:

"I´ve got you, under my skin,
I´ve got you, deep in the heart of me."

Ahora si fue... lo que me faltaba. ¡Sinatra! Un cantante que te puede hacer llorar cantando "Feliz Cumpleaños". Y me pongo a pensar que Frankie nunca tuvo que pasar por esto... Seguro que el no tuvo que pasar por esto... Se enamoró sí, pero seguro le hacían caso sin pensarlo. O sea, ¡era Sinatra! Ya me lo imagino: "Esto se puede resolver por las buenas, sólo dime que sí y todo estará bien. No lo quiero hacer, pero si te resistes, voy a tener que cantarte." Y ante tal amenaza, seguro que nunca tuvoque recurrir a la violencia (a ese tipo de violencia).

Conduzco por las noches con tu recuerdo, con mí recuerdo. Pero siempre sólo. "Estoy más sólo que el llanero", pienso algunas veces y me río. Estoy bien, esto es sólo un capricho (bastante que me ha durado). Pero es divertido como sea, he aprendido muchas cosas, pero no más que las que he olvidado. ¿Qué estoy ganando de todo esto? Conducir en una ciudad sólo mía, sólo para mí, escuchar y cantar canciones mientras nadie más me escucha, deshacerme de tiempo que no quiero que pase, un tanque sin combustible y un asiento que aún te espera.

No hay comentarios: