martes, 7 de abril de 2009

"Vas a volver, lo sé", Dijo con calma mientras él gritaba y juraba nuevamente que no volvería. "Esa desgraciada, sabe como la amo y actúa como si no le importara. Quizás no le importa. Quizás a mi mismo no debería importarme." Pero le importaba, le importaba más que todo lo demás y moría cada vez que ella actuaba de esa manera. "Cuando se le pase, vuelve", se repetía ella consciente de que esta vez, y todas las anteriores, se había excedido. Pasaron las horas y pasaron los días. Pasaron los días y pasaron los meses. Sólos y extrañándose, él esperando a que ella lo buscase y ella esperando que él regresara. Pasaron los meses y su soledad pisaba cada vez más firme. Sumergidos ambos en la más profunda de las tristezas, se veían asediados por sus recuerdos y sus sueños. Vivían ambos en el pasado y el en futuro, la esperanza de estar juntos los mantenía con vida, un día a la vez. Luego de otra noche sin conciliar el sueño, vino una mañana soleada y gris, y esa mañana la tristeza le ganó el pulso a la esperanza. La pena se le enredó del cuello y le haló hasta que perdió el aliento.

Él cumplió su juramento, ella se mantuvo firme.

3 comentarios:

Lau dijo...

Me gusta este. Es mas poético que el que escribiste después (u made it too clear, that one).

enrique cedano dijo...

no tiene que ser poético... ¿desde cuando el grado de "poetismo" se mide?

Lau dijo...

se mide a través de impresiones.. y the other one no me las dio