domingo, 7 de marzo de 2010

10 cosas que me gustan

Sì, es extraño. Lo sè. Parece que estoy de buen humor o que me sonrìe el mundo. Pero la verdad es que hay tantas cosas que me gustan, cosas simples, cosas que me encantan. Aquì van algunas, sin que el orden signifique nada.

1- Cuando la temperatura està por debajo de 20 grados celcius (y por encima de 10). Es increìble, es tranquilizante, relajante, la gente hasta se siente màs inteligente. No se suda, se recargan las baterìas de paciencia. Se duerme mejor, se vive mejor. Al menos a mì me pasa asì.

2- Un buen trozo de carne magra. Agradable a la vista y al gusto. Sencilla, pero elegantemente servida. Con todos sus jugos. Se me hace agua la boca con sòlo pensarlo. Claro, me refiero tanto a carne animal como femenina.

3- El sentimiento de saber que he hecho todo lo que he tenido que hacer. Esa sensaciòn de que no debes nada a nadie, de que cumpliste. La satisfacciòn de llenar expectativas, al menos las ajenas. El reconocimiento de lo que hace o, al menos, autoreconomiento. Sobrevivir, haber logrado otro dìa. Eso se siente bien. Aùn cuando està la posibilidad de que "saber" que se ha hecho todo lo que se tenìa que hacer, se deba a estar olvidando algunas cosas que te faltaban por hacer. Pero no importa, me gusta.

4- Despertarme, desayunar y volverme a acostar. Eso sì es genial, es como pagarse una deuda o resolver un asunto pendiente. Dejar algo incompleto y luego terminarlo. Uno duerme tan bien y tan profundo, hasta se sueña.

5- Un vinito tinto. No soy conocedor, mi paladar no està educado ni acomplejado. Claro, sè diferenciar entre vino y vinagre. Pero me gusta, me agradan varias cosas de tomar vino. El sabor, la sensaciòn, el poder tomàrlo con calma y dedicarle su tiempo a cada sorbo. Realmente no entiendo como llegò a ser tan complicado tomar vino, en sus orìgenes, se machacaban las uvas con los pies y se tomaba en jarras.

6- Cansarme, dejarlo todo, sentir el dolor que produce la actividad fìsica intensa, no poder màs. Sentir que lo he dado todo, que lo he dejado todo en el sudor que ha caido al suelo. Ritmo cardìaco elevado y el aire faltàndome. Y luego recuperarme y ver que queda màs, mucho màs.

7 - Reirme y reirme de todo. No burlarme, reirme. Reirme y ayudar a los demàs a reirse. Compartir ese reflejo tan extraño, curioso y misterioso, pero a la vez tan comùn, tan normal y tan generalizado. El embriagamiento de una carcajada, la calma de cuando termina, la facilidad con que se contagia. La tranquilidad que provoca. La impresiòn que deja en todos, hasta en tì mismo, de despreocupado, de tenerlo todo bajo control. Aunque te preocupe mucho o no. Aunque tengas todo bajo control y sepas que dicho control es una ilusiòn.

8- Un cruce de miradas aleatorio con una desconocida. El conocimiento compartido de la existencia del otro. Ya sabes que estoy aquì, y lo sè. Ya sè que estàs ahì, y lo sabes. Entre tanta distracciòn, nos tomamos el tiempo para ver que existìamos y sin miedo a que el otro se enterara. La sonrisa que puede surgir, de ella, de mì o en ambos. Imaginarse lo que està pensando el otro. La sensaciòn de "me mirò", que de momento significa algo, aunque la gente mire muchos disparates todo el tiempo.

9- Caminar, correr, conducir. Transportarme. Cambiar de ambiente. Salir del molde. Ir a nuevos lugares o a los mismos lugares de nuevo. Pero no es sòlo llegar. El camino, esa es la mejor parte. Los paisajes, el tiempo pasado juntos, las expectativas o la ausencia de expectativas, que te permite disfrutar aùn màs, te hace preocuparte menos y aumenta la probabilidad de sorpresas. Caminar, mirando a todos lados y a todo el mundo. Comentando conmigo todo lo que veo. Imaginando todo lo que no veo. Viendo algunas cosas que no imaginaba. Correr. Rètandome, empujandome a dar un paso màs. A tomar un respiro màs. A sudar una gota màs. Compitiendo con la ùltima vez que corrì. Conducir. Sòlo o acompañado. Con mùsica, con un rumbo o sin èl. Con el paisaje que me rodea. Y voy cambiando en el camino. Y el paisaje cambia conmigo.

10- Ver cambios, notar cambios, ser parte de los cambios. Sentir que he aportado algo, que he hecho algo, que he dejado algo. No tiene que ser grande. No tiene que ser en mucha gente. No tiene que ser complicado. Pero ver que he ayudado a cambiar una trayectoria anterior por una màs adecuada. Que va a ser mejor que como iba a ser. Saber que fui parte de eso y que tengo como seguirlo haciendo. Ese es el verdadero poder, el poder de cambiar.

1 comentario:

Nadia Alejandra dijo...

Este post está en el Top 5 de mis favoritos de tu blog :)